lunes, 28 de abril de 2008

Locura sin remedio

Angie Jibaja por su conocida personalidad pertenece a un grupo de personajes públicos llamado 'maldito'. A pesar de gozar de 'fama', tener trabajo y ser objeto de deseo y admiración de parte del público.

El encarcelamiento de Angie Jibaja, en el penal de 'Santa Mónica', condenada a dos años de prisión efectiva por desfigurar a una joven en una discoteca de Miraflores en el 2006, ha dividido a la opinión pública. Al margen del tema legal que si la jueza estuvo en lo correcto o se le pasó la mano con “la modelo” porque llevaba una vida arrebatada.

Es cierto que Angie debió estar encerrada hace rato, pero no en una cárcel, sino en un centro de desintoxicación alcohólica, pues sin lugar a dudas, terminó desquiciándola y volviéndola en un ser salvaje, a vista y paciencia del público y cámaras de TV.

Recordemos que pese a que la acusaron de ejercer el oficio más antiguo del mundo, logró abrirse paso en el mundo del modelaje y hasta llegó al cine, sin embargo, al mismo tiempo se volvió caserita de diversos medios escritos pero en especial de “Magaly TeVe” al protagonizar bochornosos espectáculos, siempre inmersa en el consumo de alcohol. Claro, la conductora, a la hora de presentar la imagen de una Angie pasada de copas, lanzaba una interrogante: ¿en qué está la Jibaja?.... Todo esto hicieron que su carrera se vaya declinando poco a poco, pues todo titular lanzado por los distintos medios la alejaron de los promotores de eventos más reconocidos. “Angie borracha, Angie agrediendo en una discoteca, Angie denunciada de drogadicta'. Tantos alborotos y tantas lágrimas frente a la cámara parecían una repetición”.

Por decenas de escándalos con policías de por medio, con agresiones grabadas por una cámara de TV, la jueza que veía su caso sentía vergüenza ajena. Si no estaba presa, era porque se le consideró una persona que trabajaba, era pública y no iba a fugarse del país. Sin embargo, nunca fue a las citaciones, no firmaba el libro mes a mes y, lo peor, seguía con los escándalos.

Que haya acabado en la cárcel, no es la consecuencia de una jueza malvada e insensible que le hizo daño a propósito. Angie Jibaja debe agradecer que le tocara un encierro temporal en una prisión. Pues tal como llevaba su vida, pudo terminar mal.