Si el rating favoreció a la rubia en la primera semana, se debió fundamentalmente al 'Puma'. Sin embargo, en su segunda presentación, a Carranza le bajó su dosis de "amaneramiento" al bailar y francamente ya no fue tan gracioso. Sin embargo, no lo despidieron como a Karla Casós. Tal vez la producción le aconseje que vuelva a su primigenio "baile del pirulino" para que se quede. El pueblo da rating y es la ley, por eso el "Puma" se queda y chotean a Karla, quien cae chinche y no marca diferencias en la danza. El fin de semana El "Puma" definirá con la "Ojona" Lucy Bacigalupo, quien se despide definitivamente del show. Sospecho que a Carranza le extenderán un piadoso "perdonavidas" en bien del rating. Otra que no se va a ir es Karina Calmet. La teleaudiencia está compuesta por varones que votan por su desinhibida exhibición de piernas y muslos. En Argentina, Catherine Fullop y Kenita Larraín sabiamente comprobaron que mientras más enseñaban las tangas, más votaciones obtenían. Karina, sin ser una gran bailarina, seguirá avanzando para felicidad de los sapos.
martes, 24 de junio de 2008
Bailando por el ranking
Definitivamente, el formato del programa de baile entre famosos arrasa con el rating en Hispanoamérica. México, Chile o Argentina han visto cómo las estrellas de estos países se convierten en bailarines con la loable intención de ayudar a su pareja a cumplir un sueño. La primera "promoción" de famosos que participa en el espacio de Gisela, el que por fin la sacó de perdedora en el rating y motivó franelas y coqueteos de su "amiga" Magaly, le ha servido a la "Señito". En este formato de programa concurso con votación del público, mucho tiene que ver la simpatía y el arrastre que tengan los famosos con la teleaudiencia. Si fuera un concurso de baile con todas las de la ley, al "Puma" Carranza debieron sacarlo en una, ni siquiera lo debieron dejar terminar la canción, como en la época de "Trampolín a la fama" , cuando Ferrando disfrazaba a "Tribilín" y Carbajal de policías, quienes se llevaban preso al concursante que desafinaba. Definitivamente, Carranza es malísimo en la pista de baile, pero su carisma hizo que su ridículo hiciera matar de risa al respetable.
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